Autor: Demetrio López
Novela
182 páginas
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Sobre el libro:
Los personajes de esta novela no están nunca verdaderamente vivos ni verdaderamente muertos. Como los mitos, consiguen penetrar en la zona gris de la existencia, donde vivos y muertos se confunden. Demetrio López, en Tango para orquesta y esvástica, confiere al género policial algo que por necesidad nos vemos obligados a llamar clásico. Con la condición de que este clasicismo no sea entendido como un antídoto para neutralizar y volver inocuo un libro tan único. Esa zona gris de la existencia constituye el punto de partida para volver a reflexionar sobre cómo, en un tiempo no muy lejano, ciertas personas se lanzaban a la acción, sin quedarse cómodamente sentadas en un sillón con el control remoto en la mano, cultivando la ilusión de entablar una relación interesada con el mundo.
En una sola noche pueden pasar muchas cosas, más cosas de las que pueden pasar en una de nuestras noches, en las que en vez de ponernos manos a la obra nos deleitamos imaginando asesinatos de nazis. Hay en esos pensamientos una pulsión atávica, como la que nos ataca al leer una novela policial clásica sólo para descubrir al asesino antes de que la novela termine. Sólo que aquí la cuestión apunta menos a “quién fue” sino más bien a “qué pasa”. Puertas adentro de un café, en 1947 circa, hay una conjura, entre instrucciones para escribir tangos y miradas de Dios dentro del ojo de la cerradura. Como en realidad es una novela policial disfrazada de novela social, no hay un personaje principal, porque lo principal son los muertos. No es una novela coral, por eso las voces se confunden, como los murmullos. Hay un héroe, pero en realidad hay varios héroes. Y está aquello que, en última instancia, oficia de moraleja: “El arte es una mentira, pero al menos es la mentira más verdadera”.
Este libro recorre entonces un sentimiento antitético a la novela policial, tal como lo entendemos al tomar un policial en la mano antes de habernos sumergido en él. La violencia atraviesa todos los registros, todas las miradas, todas las conjeturas. Su pequeño gran aporte reside justamente en hacer algo nuevo con un género que repele la novedad. Porque la novedad es siempre una cualidad, nunca un defecto. Y porque siempre queda un resquicio para romper las reglas del juego, hacer que la zona gris de la existencia adquiera los hermosos colores de la venganza. (Guillermo Piro)
Sobre el autor:
Demetrio López (Adrogué, 1962) es psicólogo, conductor de radio, productor de TV. Trabaja en la productora Endemol, Radio Ciudad, Radio Perfil, Diario Perfil y otros medios. Tango para orquesta y esvástica es su primera novela.